Categorías estéticas
- Errew Pantoja
- 7 may 2018
- 1 Min. de lectura
El ejercicio de clasificar una obra de arte dentro de las categorías estéticas, es un ejercicio enmarcado dentro de la apreciación subjetiva que requiere del uso de dos elementos claves para su definición: La percepción y la noción del gusto.
El primer aspecto, la percepción, es inherente a todos los seres humanos. Todos tenemos la facultada de percibir, a no ser que por alguna circunstancia especial, se carezca de alguno de los sentidos, por ejemplo la visión. En este caso se pudiera decir que un sujeto no tiene esa capacidad de percepción. En el ejercicio de la percepción de una obra de arte netamente visual, esto sería una verdadera limitación.
La cuestión del gusto debe entenderse como un conjunto de condiciones culturales, de educación, y otras ligadas posiblemente al carácter o a los estados de ánimo, o como respuesta al mismo medio de formación de un sujeto, que se apartan un poco de la apreciación puramente sensitiva, sensorial, y de sensibilidad. En términos de gusto, no hay cánones establecidos, y sus variaciones pueden ser tan diversas como tantas personas emitan su juicio de gustos.
De todas maneras, desde hace tiempos, frente al producido del escenario del arte, se ha tratado de clasificar en categorías, los niveles de valoración estética de las obras.
Estas categorías son: La belleza, la fealdad, lo sublime, lo trágico, lo cómico, lo grotesco, lo carnavalesco y lo siniestro.
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